La sonogenética es una técnica que permite activar o desactivar genes específicos en células vivas usando ultrasonidos. Este método no invasivo se centra especialmente en manipular neuronas. Los investigadores introducen genes sensibles al sonido en las células objetivo. Después, aplican ultrasonidos de baja intensidad para controlar con precisión cómo se comportan estas células. Esto abre nuevas vías para estudiar circuitos cerebrales y tratar trastornos neurológicos sin necesidad de cirugía.


La técnica se basa en canales iónicos mecánicos

El mecanismo clave son proteínas canal modificadas que responden a la presión de las ondas de ultrasonido. Estas proteínas, como la MscL de bacterias, se alteran genéticamente para volverse más sensibles y específicas. Cuando los ultrasonidos las alcanzan, los canales se abren y permiten que iones fluyan hacia la célula. Este flujo iónico desencadena o silencia la actividad neuronal. El proceso es localizado, lo que permite apuntar a grupos celulares muy concretos dentro de tejidos profundos.

Sus aplicaciones potenciales son amplias en neurociencia

Esta herramienta permite a los científicos explorar cómo funcionan redes neuronales específicas en animales vivos. Podría usarse para analizar circuitos involucrados en el movimiento, la memoria o el procesamiento sensorial. En el futuro, podría derivar en terapias que modulen la actividad cerebral en enfermedades como el párkinson o la epilepsia. Al no requerir implantes o fibras ópticas, reduce los riesgos de infección y daño tisular, facilitando tratamientos crónicos.

Quizás pronto podamos actualizar nuestro cerebro con un parche de sonido, aunque esperemos que no incluya anuncios.