Volkswagen decide no seguir adelante con el proyecto del ID Golf, un modelo eléctrico que iba a heredar el legado del icónico compacto. La marca alemana prioriza ahora otros vehículos dentro de su estrategia de electrificación, lo que significa que el Golf mantendrá su versión de combustión durante más tiempo del previsto. Esta decisión refleja un ajuste en la planificación de producto para responder mejor a la demanda del mercado y a los desafíos económicos actuales.


La estrategia se centra en los SUV y el ID 3

La compañía explica que su cartera eléctrica ya cuenta con un representante en el segmento C, el ID 3, al que considera sustituto natural del Golf en la era eléctrica. Además, Volkswagen opta por concentrar recursos en los segmentos de SUV y vehículos más grandes, que ofrecen mejores márgenes comerciales y tienen mayor aceptación entre los clientes. Este movimiento permite a la marca optimizar sus inversiones en una etapa compleja para la industria.

El futuro del Golf de combustión se prolonga

Al cancelar el eléctrico, Volkswagen confirma que la actual generación del Golf con motores de gasolina, diésel e híbridos enchufables continuará en producción más allá de lo inicialmente planeado. La marca actualizará este modelo para cumplir con las normativas medioambientales futuras. Esta extensión del ciclo de vida da más tiempo a la compañía para definir el siguiente paso definitivo para uno de sus nombres más emblemáticos.

Parece que el zumbido silencioso del Golf eléctrico tendrá que esperar, mientras el motor de combustión aprovecha su tiempo extra en el campo.