El T-90M Proryv es un tanque de batalla principal desarrollado por Rusia, que surge como una avanzada evolución del T-72 con mejoras significativas en blindaje y sistemas defensivos. Este vehículo blindado, diseñado para operaciones modernas, integra un blindaje reactivo Relikt en el frontal y la torreta para mayor protección, junto con el sistema de contramedidas Shtora-1 que incluye sus característicos ojos rojos, aunque estos no siempre están activos durante las misiones. Además, cuenta con una ametralladora de torreta operada remotamente, lo que facilita su manejo en escenarios de combate dinámicos.


Dimensiones y características técnicas

Sus dimensiones lo convierten en un tanque equilibrado y maniobrable, con una longitud de casco de 6,86 metros, una anchura de 3,78 metros y una altura de 2,23 metros, lo que permite una movilidad efectiva en diversos terrenos. Estas especificaciones, combinadas con su blindaje reactivo, hacen que el T-90M sea una opción robusta para fuerzas armadas que buscan versatilidad sin sacrificar la protección.

Armamento y capacidades

En cuanto a su armamento, el T-90M incorpora un cañón principal 2A46M de 125 milímetros que ofrece un alto poder de fuego, acompañado de una ametralladora coaxial de 7,62 milímetros y una ametralladora Kord de 12,7 milímetros para defensa contra amenazas aéreas e infantry. Este conjunto permite al tanque responder a múltiples amenazas en el campo de batalla de manera precisa y eficiente.

Aun con su temible reputación en conflictos globales, el T-90M Proryv a veces parece más una estrella de cine de acción que un vehículo real, especialmente cuando sus ojos rojos parpadean como si estuviera listo para un primer plano en una película de espías.