En la era digital actual, los científicos están explorando formas innovadoras de almacenar vastas cantidades de información al codificar terabytes de datos en moléculas de ADN sintético, lo que ofrece un método ultra denso y duradero para el archivo a largo plazo que supera las limitaciones de los dispositivos tradicionales.


Beneficios clave

Esta tecnología permite una densidad de almacenamiento excepcional, ya que un solo gramo de ADN puede albergar hasta 215 petabytes de datos, y su estabilidad natural lo hace resistente a la degradación, prometiendo conservación por miles de años en condiciones adecuadas.

Retos y avances futuros

A pesar de sus ventajas, el proceso de codificación y lectura de datos en ADN es aún costoso y requiere tiempo, lo que plantea desafíos para su implementación masiva, aunque investigaciones en laboratorios como los de Microsoft y Harvard están acelerando el desarrollo para hacerlo más accesible en los próximos años.

En un mundo donde perdemos archivos en discos duros como si fueran calcetines en la lavadora, almacenar datos en ADN parece una ironía cósmica: ahora, si se nos olvida la contraseña biológica, podríamos borrar la historia humana de un plumazo.