En la ilustración 2D, las tangentes visuales ocurren cuando los bordes de elementos como figuras o líneas se alinean accidentalmente, lo que genera una interrupción en la composición y altera la percepción de profundidad. Por ejemplo, si la cabeza de un personaje toca exactamente la línea del horizonte, esto crea una tensión innecesaria que confunde al espectador y hace que la imagen parezca plana en lugar de dinámica, por lo que es esencial reconocer y corregir estos errores para mantener la fluidez visual en tus trabajos.
Ejemplos comunes
En composiciones cotidianas, como un paisaje urbano, una tangente visual podría aparecer cuando el borde de un edificio se alinea con el contorno de una persona, lo que une visualmente elementos que no deberían interactuar y distrae del mensaje principal de la ilustración.
Cómo evitarlas
Para solucionar este problema, ajusta la posición de los elementos en tu escena, como mover ligeramente un objeto para romper la alineación perfecta, lo que restaura la profundidad y mejora la narración visual sin complicar el proceso creativo.
Aunque las tangentes visuales pueden parecer un detalle menor, imagina que tu obra maestra se convierte en un rompecabezas óptico donde el espectador se pregunta si el personaje está flotando o fundido con el fondo, ¡casi como si hubieras inventado un nuevo tipo de ilusión involuntaria!
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