OpenToonz ofrece una potente herramienta para la creación de efectos visuales 2D estilizados, ideal para animación tradicional o proyectos con un look de dibujo animado. Su sistema nodal, similar al de software como Natron, permite construir efectos complejos como explosiones, humo o energía mágica mediante la conexión de operadores. La gran ventaja es que estos efectos, generados con las herramientas de dibujo vectorial y de raster de OpenToarz, mantienen una coherencia estilística total con el resto de la producción animada. Posteriormente, estos elementos se pueden componer y exportar para integrarlos de forma limpia sobre metraje de vídeo real, añadiendo un toque de fantasía o dinamismo a las tomas.


El flujo de trabajo nodal para VFX estilizados

El proceso comienza en la ventana de Schematic, el corazón del sistema nodal. Aquí se construye el efecto conectando nodos que representan diferentes operaciones. Por ejemplo, se puede partir de un nodo de partículas o de una imagen dibujada, aplicar un nodo de turbulencia para distorsionar las formas, luego uno de desenfoque para suavizar y finalmente un nodo de corrección de color para darle un tono azulado o anaranjado. Esta aproximación no destructiva permite experimentar y ajustar cada parámetro en tiempo real, viendo el resultado final al instante. Es especialmente útil para simular fluidos, fuego o humo con un estilo que no pretende ser foto realista, sino artístico y expresivo.

Integración con animación y vídeo real

Una vez diseñado el efecto, su integración es sencilla. OpenToonz permite renderizar la secuencia con canal alfa, es decir, con fondo transparente. Este archivo se puede importar a cualquier software de composición o edición de vídeo. La clave para una integración convincente sobre metraje real reside en ajustar bien la perspectiva, la escala y, sobre todo, la iluminación y las sombras del efecto 2D para que coincida con la escena filmada. Aunque el estilo sea de dibujo animado, debe respetar las leyes de la física de la toma para que el ojo del espectador lo acepte como parte del mundo visual presentado.

El verdadero desafío no es hacer que la explosión se vea genial, sino convencer a tu director de que pasar tres días ajustando el tono exacto de magenta para un hechizo de hada es una inversión de tiempo totalmente necesaria y no un capricho artístico.