El Ministerio de Cultura y Deporte, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias, ha hecho pública la concesión de 331 premios a bibliotecas públicas ubicadas en municipios de menos de cincuenta mil habitantes. Esta distinción se enmarca en la vigésimo quinta edición de la Campaña de Animación a la Lectura María Moliner, un programa consolidado que busca reconocer y financiar los mejores proyectos de dinamización lectora desarrollados en estas localidades de menor tamaño. La iniciativa pretende, fundamentalmente, acercar la cultura y los libros a todos los rincones del país, compensando las posibles limitaciones de recursos y fomentando la cohesión social a través de la lectura.


Detalles de la convocatoria y los galardones

Los premios, dotados con una asignación económica, están dirigidos específicamente a municipios pequeños, una categoría que engloba a una gran parte del territorio español. Cada biblioteca premiada recibirá una cantidad en metálico para la compra de libros y/o publicaciones periódicas, con el objetivo claro de rejuvenecer y ampliar sus fondos bibliográficos. La selección de los proyectos ganadores se ha realizado mediante un proceso de concurrencia competitiva, evaluando la calidad, la originalidad y la claridad de los programas presentados por las bibliotecas, que deben integrar acciones de animación a la lectura y la eficiencia en la gestión de sus recursos.

Impacto y continuidad de un programa de referencia

La Campaña María Moliner se ha convertido en un instrumento clave para el apoyo a las bibliotecas públicas en el medio rural y en ciudades de tamaño medio, actuando como un estímulo fundamental para su labor cultural y social. Con este reconocimiento, no solo se premia el trabajo ya realizado, sino que se impulsa la continuidad y mejora de estos servicios públicos esenciales. La larga trayectoria de esta convocatoria, que ahora celebra su vigésimo quinto aniversario, refleja el compromiso institucional con la democratización del acceso a la cultura y subraya el papel insustituible de las bibliotecas como espacios de encuentro, aprendizaje y comunidad más allá de las grandes urbes. La continuidad de este programa asegura que cientos de localidades puedan mantener viva y activa su oferta cultural local.

Ahora solo falta que también premien la hazaña de devolver un libro a tiempo y en perfecto estado en una biblioteca de pueblo, donde todo el mundo sabe quién fue el último en tenerlo en sus manos.