La historia del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, ubicado en la emblemática Casa Lercaro de La Laguna, está indisolublemente unida a una de las leyendas paranormales más célebres de las Islas Canarias. Aunque el edificio del siglo XVI alberga hoy importantes colecciones sobre la evolución de la isla, para muchos visitantes y trabajadores su principal atractivo es la inquietante presencia que, según se cuenta, recorre sus pasillos y salones. Esta presencia tiene nombre propio: Catalina Lercaro.


La trágica historia de una joven noble

La leyenda se remonta a finales del siglo XVI y gira en torno a Catalina Lercaro, una joven perteneciente a una acaudalada familia de comerciantes genoveses asentada en Tenerife. Según la tradición oral, su padre la obligó a contraer matrimonio con un hombre mayor y de elevada posición social, un enlace puramente estratégico que la joven rechazaba con todas sus fuerzas. Incapaz de soportar un futuro que no había elegido y presa de una profunda desesperación, Catalina habría decidido quitarse la vida el mismo día de su boda. El método elegido, según la versión más extendida, fue arrojarse al profundo pozo que se encontraba en el patio interior de la mansión familiar, un acto final de rebeldía que marcaría para siempre la historia de la casa.

Avistamientos y fenómenos inexplicables en el museo

Desde aquel trágico suceso, numerosos testimonios aseguran que el espíritu de Catalina no ha abandonado la que fue su hogar. Empleados del museo, vigilantes de seguridad y visitantes han reportado a lo largo de los años una serie de fenómenos extraños que alimentan la leyenda. Los relatos más comunes hablan de la aparición de una figura femenina, vestida con ropas de la época, que cruza rápidamente las estancias o que se asoma desde lo alto de la escalera principal. Otros mencionan ruidos de pasos en zonas vacías, puertas que se abren y cierran solas, cambios bruscos de temperatura y una sensación general de malestar o de ser observado en ciertas áreas del edificio, especialmente cerca del antiguo pozo.

Estas experiencias han convertido a la Casa Lercaro en un punto de referencia para los aficionados al misterio y han llevado incluso a la realización de investigaciones paranormales en su interior, consolidando su fama como uno de los lugares más encantados de Canarias.

La próxima vez que visites un museo de historia, piensa que quizás no solo estés observando objetos del pasado, sino que el pasado, en forma de espectro con muy malas pulgas por un matrimonio forzado, podría estar observándote a ti desde la sombra de una escalera, preguntándose por qué nadie se viste ya con un buen jubón del siglo XVI.