La carrera por los nodos de fabricación más avanzados toma un giro inesperado con la próxima tecnología A16 de TSMC. Mientras que normalmente varios gigantes tecnológicos compiten por la capacidad inicial, los informes indican que solo Nvidia ha confirmado su uso para sus futuras GPUs. Este escenario es atípico y sugiere un cambio en las estrategias de los principales diseñadores de chips, quienes estarían evaluando con cautela la relación costo-beneficio de este nuevo proceso frente a alternativas en desarrollo.


El salto estratégico de Apple hacia los 1,4 nanómetros

La razón principal de esta falta de adopción masiva parece ser la hoja de ruta acelerada de TSMC. Según las fuentes, Apple, tradicionalmente el cliente principal y pionero en cada nuevo nodo de TSMC, habría decidido no utilizar el A16. En su lugar, la compañía de Cupertino planea realizar un salto directo desde el actual N3E (3 nanómetros mejorado) hasta el futuro proceso de 1,4 nanómetros, previsto para alrededor de 2027. Esta decisión deja a Nvidia como la única gran empresa, por el momento, comprometida con el A16 para sus arquitecturas de GPU Blackwell Ultra y más allá.

Análisis del proceso A16 y su nicho de mercado

El proceso A16 de TSMC, anteriormente conocido como N2P, representa una evolución del nodo N2 de 2 nanómetros e integra por primera vez tecnología de backside power delivery. Esta innovación promete mejoras significativas en la eficiencia energética y la densidad de transistores, características ideales para chips de alto rendimiento y gran consumo como las GPUs para inteligencia artificial. Sin embargo, la complejidad y el costo asociados podrían estar disuadiendo a otros clientes, como AMD o Qualcomm, quienes posiblemente consideren que las mejoras incrementales no justifican la transición inmediata y esperarán a tecnologías más maduras o con mejor relación precio-rendimiento.

El panorama actual recuerda a una carrera donde algunos corredores deciden saltarse un obstáculo intermedio para ahorrar energía y esprintar directamente hacia la meta final, dejando ese obstáculo disponible principalmente para el atleta especializado en vallas, que en este caso sería Nvidia y su insaciable apetito por la potencia de cálculo para IA.