El libro de John G. Fuller narra, con la minuciosidad de un reportaje, la experiencia vivida por Betty y Barney Hill en septiembre de 1961, un caso que se convertiría en el primer relato moderno de abducción extraterrestre ampliamente documentado. La pareja, durante un viaje nocturno por una carretera de New Hampshire, observa una luz extraña que se convierte en un objeto con forma de disco. Tras perder varias horas de tiempo, llegan a casa con una sensación de profunda ansiedad y recuerdos fragmentados e inquietantes.


La verdad bajo hipnosis

Para tratar el insomnio y el estrés postraumático que sufren, los Hill acuden a un psiquiatra que utiliza regresión hipnótica. Es bajo este estado, de forma separada, donde emerge una narrativa coherente y aterradora: fueron detenidos por el objeto, llevados a su interior y sometidos a exámenes físicos por seres de aspecto no humano. Las sesiones, transcritas en el libro, detallan comunicaciones telepáticas, un mapa estelar que Betty recuerda y el profundo terror de Barney, quien logra ver con detalle a los seres a través de unos prismáticos.

Consecuencias y legado del caso

La publicación de la novela, basada en las cintas de las sesiones y entrevistas, no solo relata el evento sino el severo impacto emocional en la pareja. Su vida normal se vio interrumpida por pesadillas recurrentes, fobias específicas y la lucha por integrar una experiencia que desafía la realidad convencional. El caso Hill sentó un precedente para todos los relatos de abducción posteriores, estableciendo muchos de los tropos del género, desde los llamados "grises" hasta los exámenes médicos y la amnesia inicial. Su historia, a medio camino entre el estudio psicológico y el misterio sin resolver, sigue siendo un pilar fundamental de la ufología.

Y pensar que todo empezó por un viaje en coche que se alargó un poco más de lo esperado, un recordatorio de que a veces el camino más corto a casa puede pasar por un desvío interestelar con revisión médica incluida.