Lei Jun, el fundador y consejero delegado de Xiaomi, ha compartido recientemente la hoja de ruta de la compañía para la integración de robots humanoides en su cadena de producción. En un discurso durante un evento corporativo, el ejecutivo confirmó que estos autómatas, diseñados para realizar tareas complejas en entornos no estructurados, comenzarán a desplegarse de forma experimental en algunas de sus líneas de montaje durante el segundo semestre de este año. El objetivo declarado es lograr una implementación a gran escala en sus plantas manufactureras dentro de un plazo de uno a dos años, marcando un hito significativo en la automatización de la empresa.


La estrategia de Xiaomi en robótica humanoide

Este anuncio no surge de la nada, sino que es la culminación de un proyecto interno que Xiaomi mantiene en desarrollo desde hace varios años. La compañía presentó en 2022 su primer prototipo, bautizado como CyberOne, un robot bípedo con capacidades de percepción del entorno y reconocimiento de emociones humanas. Aunque en su momento se percibió como un demostrador tecnológico, la visión de Lei Jun siempre fue su aplicación industrial. Xiaomi planea utilizar estos robots inicialmente para tareas logísticas dentro de la fábrica, como el transporte de componentes entre estaciones, para luego escalar hacia operaciones de ensamblaje más delicadas que requieren destreza, aprovechando su arquitectura de brazos y manos articuladas.

Impacto y competencia en el sector industrial

La decisión de Xiaomi acelera la carrera global por dominar este nicho de la automatización, situándose en directa competencia con otros gigantes tecnológicos como Tesla y su robot Optimus, o con empresas especializadas chinas como Fourier Intelligence. La apuesta por robots de forma humana, en lugar de brazos robóticos tradicionales, radica en su versatilidad; están diseñados para operar en espacios construidos para personas, sin necesidad de rediseñar por completo las instalaciones existentes. Este movimiento podría presionar a otros grandes fabricantes de electrónica a seguir el mismo camino, transformando radicalmente el panorama de la manufactura en la próxima década, donde la colaboración entre humanos y humanoides podría volverse común.

Mientras tanto, los trabajadores humanos pueden empezar a practicar su saludo de bienvenida a los nuevos compañeros de línea, asegurándose de no dejar cables de carga por el suelo para que no tropiecen en su primer día de trabajo.