Figma se convierte en la herramienta ideal para diseñar juegos de mesa gracias a sus componentes reutilizables y sistema de auto-layout. Creo el tablero principal como un frame base, luego diseño las casillas como componentes maestros que puedo instanciar múltiples veces manteniendo la coherencia visual. Las cartas las desarrollo como componentes con variantes para diferentes tipos, usando auto-layout para que el contenido se ajuste automáticamente cuando modifico el texto o iconos. Las fichas de juego las diseño como componentes separados con diferentes estados para representar movimientos y acciones específicas.


Prototipado interactivo para probar reglas

Utilizo las herramientas de prototipado de Figma para conectar los diferentes elementos del juego y simular la experiencia real. Establezo interacciones entre las fichas y el tablero para demostrar movimientos válidos, creo flujos para mostrar cómo se roban cartas del mazo y diseño animaciones para las transiciones entre turnos. Este prototipo interactivo me permite probar las mecánicas del juego antes de comprometerme con la impresión física, identificando posibles problemas en las reglas o en la experiencia de usuario.

Optimización para fabricación

Cuando el diseño está finalizado y probado, exporto todos los assets en alta resolución con las especificaciones requeridas por el fabricante. Separo cada elemento en capas individuales y configuro las guías de corte para las cartas y el tablero. Figma me permite mantener una biblioteca consistente de colores y estilos que asegura que todos los componentes del juego mantengan coherencia visual cuando se materialicen en formato físico.

El único problema es que después de tantas pruebas en el prototipo digital, termino conociendo todas las estrategias ganadoras antes de que mis amigos puedan jugar la primera partida real.