En su controvertida obra Gods of Eden, William Bramley presenta una teoría que sostiene que una raza alienígena ha controlado a la humanidad desde tiempos remotos. Esta hipótesis sugiere que estos seres han manipulado sistemáticamente los conflictos bélicos y las estructuras religiosas para mantener a la población en un estado de sumisión constante. Bramley argumenta que esta intervención extraterrestre ha moldeado el curso de la historia humana, dirigiendo los acontecimientos hacia fines que benefician únicamente a estos supuestos manipuladores.


La manipulación de guerras y religiones

Según la teoría expuesta, estas entidades alienígenas han orquestado numerosos conflictos armados a lo largo de la historia con el propósito de debilitar a la humanidad y evitar su desarrollo colectivo. Paralelamente, habrían influenciado la creación y evolución de las principales religiones, implantando dogmas y estructuras jerárquicas que fomentan la obediencia ciega. Bramley analiza eventos históricos clave donde detecta patrones de intervención externa, proponiendo que incluso figuras religiosas prominentes pudieron ser instrumentos de esta agenda de control.

Evidencias y patrones recurrentes

El autor examina diversas civilizaciones antiguas y sus mitologías, encontrando similitudes en descripciones de dioses y seres celestiales que interpreta como referencias veladas a estos visitantes extraterrestres. Bramley también estudia patrones económicos y sociales que, según su perspectiva, reflejan un sistema diseñado para mantener a la humanidad en un estado de dependencia y confusión. La obra conecta fenómenos aparentemente dispares bajo un marco interpretativo único que cuestiona la narrativa histórica convencional.

Quizás la próxima vez que discutamos sobre política o religión deberíamos mirar hacia el cielo por si acaso nuestros verdaderos jefes están tomando notas para su próxima intervención planetaria.