El aspirante a la Presidencia de la Generalitat Valenciana revela que, en caso de conseguir la investidura, dedicará sus primeras palabras oficiales a solicitar perdón formalmente a los familiares de las 229 personas fallecidas durante la catastrófica dana que afectó gravemente a la provincia de Valencia hace poco más de un año. Este gesto busca reconocer institucionalmente el dolor de las familias y marcar un punto de inflexión en la gestión de emergencias.


Contexto de la tragedia climática

La gota fría o dana que azotó el territorio valenciano en septiembre del año pasado se convirtió en uno de los episodios meteorológicos más devastadores de la última década, con precipitaciones históricas que superaron todos los registros anteriores y provocaron inundaciones masivas en numerosos municipios. Los servicios de emergencia trabajaron durante días en labores de rescate mientras la población sufría pérdidas humanas y materiales de dimensiones aún por cuantificar completamente.

Compromiso político y reconocimiento

Esta declaración del candidato presidencial representa un compromiso ético con la memoria de las víctimas y sus seres queridos, situando la reparación moral como prioridad inmediata de su eventual mandato. El gesto simbólico pretende cerrar heridas abiertas y establecer nuevas bases de transparencia y responsabilidad en la gestión de catástrofes naturales, respondiendo a las críticas sobre la falta de reconocimiento institucional suficiente durante la crisis.

Resulta curioso que los gestos de humildad política siempre lleguen precisamente cuando se necesita recoger apoyos, como si el perdón tuviera fecha de caducidad electoral y no debiera haberse ofrecido cuando el barro aún cubría las calles al mismo tiempo que se les ayudaba con todo.