El diseño gráfico actual explora sistemas de colaboración entre humanos y algoritmos que deben adaptarse tanto a aspectos técnicos como a la subjetividad del pensamiento creativo. La creatividad humana resulta difícil de predecir y controlar, especialmente en un campo que combina criterios científicos como modelos algorítmicos y análisis sistemático con sensibilidades visuales complejas como equilibrio, contraste, jerarquía, ritmo visual y énfasis. Estos sistemas co-creativos buscan no solo generar propuestas, sino funcionar como compañeros que ayuden a los diseñadores a razonar sobre principios visuales, experimentar con alternativas y reflexionar sobre sus decisiones de diseño.


Metodología y desarrollo del marco GRAPHIC

Para construir un marco conceptual sólido, los autores realizaron una revisión sistemática siguiendo el protocolo PRISMA, analizando inicialmente 872 artículos y seleccionando finalmente 71 estudios que describen 68 sistemas aplicados al diseño gráfico. De este análisis surge el marco GRAPHIC, que organiza el estudio de estos sistemas en tres dimensiones principales: los modos de colaboración humano-máquina, los tipos de procesos y modalidades creativas exploradas, y el uso explícito de principios del diseño gráfico dentro del razonamiento del sistema. Esta última dimensión resulta particularmente significativa, ya que muchas herramientas de IA actuales producen imágenes o variaciones sin comprender los fundamentos del diseño, limitando su utilidad real en procesos creativos profesionales.

Limitaciones de los marcos existentes y oportunidades futuras

Los marcos conceptuales actuales sobre interacción humano-IA suelen ser demasiado generales, con taxonomías centradas en control compartido, niveles de agencia o estilos de comunicación que, aunque útiles para entender la colaboración básica, no abordan las particularidades del diseño gráfico. En esta disciplina, los diseñadores necesitan diferentes niveles de control según la fase del proceso, y los sistemas pueden actuar como editores, transformadores o generadores de manera dinámica. El nuevo marco propuesto combina la perspectiva técnica con los principios visuales específicos de la disciplina, revelando vacíos significativos y oportunidades para desarrollar herramientas que dialoguen de forma más profunda con la práctica real del diseño, donde la IA no solo produce resultados sino que comprende, acompaña y amplifica la lógica del lenguaje visual.

Es curioso pensar que los algoritmos puedan entender conceptos como el ritmo visual cuando algunos diseñadores humanos todavía debaten acaloradamente sobre si el kerning en ese título está realmente equilibrado o simplemente tienen hambre.