Las cafeteras de cápsulas de marcas como Nespresso, Dolce Gusto y Tassimo incorporan sistemas de verificación que limitan el uso de cápsulas compatibles. Estas máquinas, especialmente las fabricadas entre 2010 y 2020, contienen un firmware y microchips en las cápsulas que detectan si son originales. Cuando se inserta una cápsula no original, el sistema bloquea la preparación aunque la cápsula sea completamente funcional, forzando al usuario a adquirir cápsulas oficiales que suelen tener un precio más elevado.


Estado actual de la compatibilidad

La situación ha mejorado parcialmente en modelos recientes, donde algunas actualizaciones de firmware o métodos de reseteo permiten el uso de cápsulas compatibles. Sin embargo, la mayoría de las máquinas antiguas mantienen el bloqueo, lo que limita la funcionalidad y aumenta los costes para los usuarios que desean alternativas más económicas.

Impacto en la experiencia del usuario

Este enfoque restringe la vida útil funcional de las cafeteras y genera dependencia de las cápsulas originales. Los usuarios de modelos antiguos se ven obligados a seguir comprando cápsulas oficiales o a buscar soluciones alternativas que no siempre están disponibles, afectando la conveniencia y el ahorro que prometen estas máquinas.

Parece que el café perfecto requiere no solo un buen grano, sino también un chip que diga sí, eres lo suficientemente bueno para mí.