El exoesqueleto Indego es un dispositivo robótico portátil diseñado para asistir a personas con movilidad reducida en las extremidades inferiores, especialmente aquellas con lesiones medulares. Desarrollado originalmente en la Universidad de Vanderbilt y posteriormente comercializado por Parker Hannifin, este sistema ligero y modular permite a los usuarios ponerse de pie, caminar y realizar actividades de la vida diaria con mayor independencia. Su tecnología se adapta a los movimientos naturales del cuerpo, proporcionando soporte en cadera y rodillas mediante actuadores eléctricos que responden a la inclinación del torso o a comandos desde una aplicación móvil.


Características técnicas y funcionamiento

El Indego se compone de segmentos ajustables que se fijan a muslos, piernas y pies, conectados a una unidad de control y baterías recargables. Utiliza sensores inerciales para detectar la intención de movimiento del usuario y activa los motores en las articulaciones de manera sincronizada, facilitando pasos estables y cambios de postura. Es compatible con andadores o muletas para equilibrio adicional, y su diseño plegable permite transportarlo con facilidad. La personalización de parámetros como velocidad o longitud de zancada se gestiona mediante software especializado, optimizando el rendimiento para cada individuo.

Aplicaciones y beneficios en rehabilitación

Este exoesqueleto se emplea principalmente en entornos clínicos y domiciliarios para terapia de marcha, ayudando a prevenir complicaciones asociadas con la inmovilidad prolongada, como atrofia muscular, osteoporosis o úlceras por presión. Promueve la circulación sanguínea, fortalece el sistema cardiovascular y mejora el bienestar psicológico al restaurar parcialmente la capacidad de desplazamiento erguido. Estudios demuestran que su uso regular puede acelerar la recuperación funcional en pacientes con esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares o traumatismos medulares.

Aunque promete devolver la libertad de movimiento, no olvida que dependes de una batería: caminar nunca había sido tan literalmente electrizante.