Hyundai, como otros grandes fabricantes, ha adoptado la impresión 3D para producir piezas de repuesto bajo demanda, especialmente para modelos de bajo volumen o vehículos antiguos, lo que elimina los elevados costes de almacenamiento y optimiza la cadena de suministro. Esta estrategia permite a la marca mantener la disponibilidad de componentes sin necesidad de grandes inventarios, adaptándose ágilmente a las necesidades del mercado y reduciendo el impacto ambiental asociado con la producción masiva tradicional.


Desarrollo de prototipos para vehículos eléctricos

Además de su uso en repuestos, Hyundai aplica la impresión 3D en el desarrollo de prototipos para componentes clave, como piezas del stack de la pila de combustible y elementos estructurales en sus futuros vehículos eléctricos de batería (BEV). Este enfoque acelera significativamente el proceso de diseño y prueba, permitiendo iteraciones rápidas y mejoras continuas que impulsan la transición de la compañía hacia la movilidad eléctrica, al tiempo que garantizan la fiabilidad y eficiencia de los nuevos sistemas.

Ventajas en la transición a la movilidad sostenible

La integración de la impresión 3D no solo agiliza la producción y el desarrollo, sino que también refuerza el compromiso de Hyundai con la sostenibilidad, al reducir residuos y consumo de energía en comparación con métodos convencionales. Al facilitar la creación de piezas complejas y personalizadas, la tecnología contribuye a la innovación en los BEV, posicionando a la marca como un actor clave en la evolución del sector automotriz hacia soluciones más ecológicas y eficientes.

Imagina un mundo donde tu coche viejo nunca se queda sin repuestos, gracias a una impresora que parece sacada de una película de ciencia ficción, aunque a veces uno se pregunta si no estarán imprimiendo también excusas para los retrasos en la entrega.