Ariel Motor Company, reconocida por sus vehículos de carretera espartanos y ultraligeros, implementa la fabricación aditiva en la cuarta generación del Atom para crear componentes personalizados y de bajo volumen. Este enfoque permite producir piezas complejas y únicas sin incurrir en los altos costes de utillaje asociados a métodos tradicionales como la fibra de vidrio o el moldeado por inyección, manteniendo así el peso del vehículo en niveles mínimos. La impresión 3D facilita un diseño y fabricación rápidos, adaptándose a las necesidades específicas de cada cliente y optimizando el rendimiento general del coche.


Componentes personalizados y su impacto en el diseño

La fabricación aditiva se aplica en componentes clave como la carcasa de los instrumentos y varios soportes y alojamientos bajo el capó, lo que no solo reduce el peso sino que también mejora la funcionalidad y estética del vehículo. Al eliminar la necesidad de moldes costosos, Ariel puede iterar rápidamente en diseños, ofreciendo a los clientes opciones de personalización que antes eran inviables económicamente. Esto se traduce en un coche más ligero y ágil, manteniendo la esencia de rendimiento y simplicidad que define a la marca.

Ventajas de la impresión 3D en la producción automotriz

La impresión 3D permite a Ariel producir piezas bajo demanda, reduciendo inventarios y minimizando residuos, lo que se alinea con prácticas más sostenibles en la industria automotriz. Además, la capacidad de crear geometrías intrincadas sin aumentar los costes abre la puerta a innovaciones en aerodinámica y eficiencia. Esto no solo beneficia a los propietarios en términos de personalización, sino que también establece un precedente para otras marcas que buscan métodos de fabricación más flexibles y económicos en la producción de vehículos de alto rendimiento.

Aunque algunos puristas podrían argumentar que un coche impreso en 3D suena más a juguete de plástico que a máquina de carreras, la realidad es que estos componentes son tan resistentes y funcionales como los tradicionales, solo que con menos peso y más estilo, demostrando que a veces la innovación no tiene por qué ser pesada.