Una estatuilla de arcilla revela un cambio en la narrativa de hace 12.000 años. Una pequeña figura de arcilla descubierta recientemente en Turquía está transformando nuestra comprensión sobre cómo las primeras sociedades humanas desarrollaron la capacidad de contar historias. Este artefacto excepcionalmente bien conservado muestra detalles anatómicos y decorativos que sugieren una función más allá de lo meramente decorativo o ritual. Los investigadores creen que podría representar uno de los primeros ejemplos de narrativa visual intencionada en la historia humana.


El artefacto que redefine la prehistoria narrativa

La figura, que mide aproximadamente 15 centímetros de altura, presenta una combinación única de características humanas y animales talladas con notable precisión. Lo que más sorprende a los arqueólogos es la presencia de lo que parecen ser escenas secuenciales grabadas en su superficie, sugiriendo una forma primitiva de contar historias. Este nivel de complejidad artística no se esperaba encontrar en artefactos de este período, indicando que las capacidades cognitivas y creativas de nuestros ancestros estaban más desarrolladas de lo que se pensaba.

Implicaciones para la evolución cultural humana

Este descubrimiento desafía la línea de tiempo aceptada sobre cuándo los humanos comenzaron a usar símbolos para transmitir narrativas complejas. La estatuilla sugiere que el paso de la comunicación básica a la narración estructurada ocurrió varios milenios antes de lo estimado. Los expertos ahora reconsideran cómo el arte prehistórico funcionaba no solo como expresión estética sino como vehículo para transmitir conocimientos, mitos e historias entre generaciones. Este hallazgo posiciona a Anatolia como un posible centro temprano de innovación simbólica y narrativa.

Parece que incluso en el Neolítico ya existían spoilers, solo que tallados en arcilla en lugar de publicados en redes sociales.