AMD está preparando importantes lanzamientos para 2026 que marcarán un punto de inflexión en su estrategia de productos. La arquitectura Zen 6 llegará fabricada en el nodo de 2 nm de TSMC, prometiendo mejoras significativas en eficiencia energética, rendimiento por ciclo de instrucciones y capacidades avanzadas para cargas de trabajo de inteligencia artificial. Paralelamente, la compañía está desarrollando una nueva generación de tarjetas gráficas para jugadores que representará un cambio radical al abandonar la marca RDNA, introduciendo una arquitectura completamente nueva con capacidades de trazado de rayos mejorado e integración profunda de tecnologías de IA.


Avances en procesadores Zen 6

La arquitectura Zen 6 representa la próxima evolución en el diseño de procesadores de AMD, aprovechando el avanzado nodo de fabricación de 2 nm de TSMC para ofrecer mejoras sustanciales en múltiples frentes. Los usuarios pueden esperar importantes ganancias en eficiencia energética que permitirán mayor rendimiento con menor consumo, junto con mejoras en el rendimiento por ciclo que se traducirán en mayor velocidad en aplicaciones convencionales. Además, AMD está optimizando específicamente estas CPUs para cargas de trabajo de inteligencia artificial, respondiendo a la creciente demanda de capacidades de IA tanto en entornos profesionales como de consumo.

Revolución en gráficos gaming

AMD está preparando un cambio radical en su estrategia de gráficos para jugadores con el abandono de la arquitectura RDNA y el lanzamiento de una nueva arquitectura completamente renovada. Esta próxima generación de tarjetas gráficas incorporará capacidades de trazado de rayos significativamente mejoradas que prometen llevar el realismo visual a nuevos niveles, junto con una integración avanzada de tecnologías de inteligencia artificial que optimizarán el rendimiento y la calidad de imagen. La compañía posiciona 2026 como un año clave para su división de gráficos gaming, buscando recuperar terreno en el competitivo mercado de tarjetas gráficas de alto rendimiento.

Mientras tanto, los entusiastas ya están empezando a ahorrar para lo que probablemente será otra ronda de precios que desafíen la gravedad, porque la ley de Moore parece aplicarse menos a la tecnología y más a los precios de los componentes high-end.