El nuevo director deportivo del equipo Decathlon-AG2R, Luke Rowe, revela en su pódcast Watts Occurring la postura radical que mantuvo durante su carrera como ciclista profesional hacia los corredores que regresaban tras cumplir suspensiones por dopaje. El galés, que comparte micrófono con su excompañero Geraint Thomas, confiesa sin tapujos que nunca guardó silencio ante estos casos y que incluso se dedicaba a hacerles la vida imposible a quienes volvían a la competición después de sanciones.


La sinceridad de Rowe en su pódcast personal

Durante la emisión más reciente de Watts Occurring, Rowe describe con detalle cómo afrontaba los reencuentros con ciclistas previamente sancionados, explicando que su rechazo no se limitaba a comentarios privados sino que se traducía en acciones concretas dentro del pelotón. El ahora director deportivo argumenta que esta actitud respondía a su firme defensa de la limpieza en el ciclismo, un principio que siempre ha guiado su carrera y que ahora traslada a sus funciones directivas en el equipo francés.

Implicaciones para su nuevo rol en Decathlon-AG2R

Esta revelación adquiere especial relevancia en el momento actual de transición profesional de Rowe, quien pasa de ser ciclista en activo a ocupar un puesto de responsabilidad en la estructura de un equipo WorldTour. Su postura pública sobre el dopaje establece un precedente claro sobre el tipo de cultura que probablemente promoverá dentro de la escuadra, enviando un mensaje contundente sobre los valores que defenderá en su nueva etapa. La sinceridad del galés refleja la creciente transparencia que caracteriza al ciclismo moderno respecto a un tema tradicionalmente tabú.

Resulta curioso que quien se dedicaba a hacer la vida imposible a otros ahora tenga que gestionar las relaciones con todos los corredores, incluidos aquellos que puedan tener un pasado complicado con las normas antidopaje.