Los investigadores están descubriendo que los neandertales no solo eran cazadores y recolectores, sino también artistas con habilidades cognitivas avanzadas. El hallazgo de pigmentos en varios yacimientos arqueológicos revela que estos homínidos seleccionaban y procesaban materiales de color de manera intencionada, lo que sugiere una capacidad para el pensamiento abstracto y la expresión cultural mucho mayor de lo que se creía anteriormente. Este comportamiento no era esporádico, sino parte de prácticas organizadas que incluían la trituración y aplicación de pigmentos para crear diseños con significado simbólico.


Técnicas de producción y selección de materiales

Los análisis de los crayones prehistóricos muestran que los neandertales elegían cuidadosamente las materias primas, como óxidos de hierro y minerales de manganeso, por sus propiedades cromáticas. Estos materiales se molían hasta obtener polvos finos que luego se mezclaban con aglutinantes naturales para facilitar su aplicación sobre superficies como piedras o pieles. La consistencia en los patrones de uso indica un conocimiento técnico transmitido entre generaciones, lo que refuerza la idea de que poseían una cultura material desarrollada y compartida.

Implicaciones para la comprensión de la cognición neandertal

Estas prácticas artísticas demuestran que los neandertales tenían la capacidad de planificar y ejecutar tareas complejas, así como de atribuir significados simbólicos a los colores y las formas. El uso deliberado del color no se limitaba a funciones utilitarias, sino que formaba parte de rituales o expresiones identitarias, lo que los acerca más a las conductas asociadas con los humanos modernos. Este hallazgo obliga a reconsiderar la supuesta superioridad cognitiva de Homo sapiens y sugiere que la creatividad era un rasgo compartido entre diferentes especies humanas.

Quién iba a decir que nuestros primos lejanos ya tenían su propia versión de pinturas al óleo, aunque sin caballetes ni galerías de arte, claro está.