Las pruebas de screening genético preimplantacional que se utilizan comúnmente en los tratamientos de fertilidad in vitro podrían estar pasando por alto ciertas anomalías cromosómicas según una investigación reciente de la Universidad de California. Este método, conocido como PGT-A, analiza células de la placenta embrionaria pero no evalúa las células internas que formarán al feto, creando posibles puntos ciegos en el diagnóstico. Los especialistas observan que aunque la técnica ayuda a seleccionar embriones con mayor potencial de implantación, su precisión no es absoluta y requiere una interpretación cuidadosa por parte de los equipos médicos.


Detectando lo invisible en el desarrollo embrionario

La investigación demuestra que algunos embriones clasificados como normales mediante PGT-A pueden contener mosaicismo no detectado, donde coexisten células genéticamente normales y anormales. Este fenómeno ocurre porque la biopsia analiza solo una pequeña porción del trofoectodermo, la capa externa del embrión que dará lugar a la placenta, mientras que la masa celular interna que formará el bebé permanece sin evaluar directamente. El estudio encontró que aproximadamente el 20% de los embriones considerados cromosómicamente normales mostraban anomalías significativas al examinarse más profundamente.

Implicaciones para las clínicas de fertilidad y pacientes

Estos hallazgos sugieren que las decisiones sobre qué embriones transferir deberían considerar factores adicionales más allá del resultado del PGT-A, incluyendo la morfología embrionaria y la velocidad de desarrollo. Muchos especialistas ya recomiendan enfoques integrados donde la información genética se combina con observaciones del laboratorio de embriología. Para los pacientes, esto significa entender que ninguna prueba ofrece garantías absolutas, aunque las tecnologías actuales representan un avance significativo respecto a los métodos anteriores. La comunicación transparente sobre las limitaciones de estas pruebas se vuelve esencial en el proceso de toma de decisiones.

Parece irónico que en nuestra búsqueda por controlar cada variable del proceso reproductivo, la naturaleza todavía encuentre formas de recordarnos que la biología siempre tendrá sus propios criterios de selección que escapan a nuestro control tecnológico.