Me adentro en el bullicioso corazón de Londres donde Nintendo ha desplegado su primera experiencia pop up store a nivel mundial. El ambiente rezuma nostalgia mezclada con modernidad, donde veteranos jugadores y nuevas generaciones convergen en un espacio que celebra décadas de innovación lúdica. Desde clásicos como Super Mario hasta las últimas aventuras de Zelda, cada rincón ofrece una inmersión sensorial que trasciende la mera compra de productos.


Distribución temática de espacios

La tienda se organiza en zonas dedicadas a franquicias icónicas, con áreas interactivas que permiten probar títulos recientes en consolas Switch. Una sección especial exhibe figuras coleccionables de amiibo junto a ediciones limitadas de videojuegos, mientras pantallas gigantes muestran gameplay de próximos lanzamientos. El diseño circular guía a los visitantes a través de un viaje cronológico que comienza con recreaciones de consolas históricas y culmina con realidad aumentada.

Experiencias exclusivas y merchandising

Destacan las estaciones de fotografía con escenarios de Splatoon y Animal Crossing, donde los asistentes pueden capturar imágenes con personajes a tamaño real. La mercancía exclusiva incluye camisetas con diseños retro de Game Boy y tazas con sprites de 8 bits, además de lanzamientos anticipados de accesorios para Nintendo Switch OLED. Los asistentes reciben pins temáticos al realizar compras superiores a 50 libras.

Lo irónico es ver colas de dos horas para comprar productos que luego estarán disponibles online, mientras adultos disfrazados de Toad compiten con niños por selfies con un Yoshi de peluche.