Un equipo de científicos chinos presenta un prototipo de impresora 3D capaz de utilizar regolito lunar, el polvo que cubre la superficie de la Luna, como material base para la construcción. Este avance supone un paso decisivo hacia la posibilidad de levantar estructuras directamente en el satélite, sin necesidad de transportar materiales desde la Tierra. El proyecto forma parte de los preparativos para las futuras misiones del programa Chang’e, que busca establecer una presencia humana sostenible en la Luna en las próximas décadas.


Tecnología de impresión adaptada al entorno lunar

El prototipo utiliza un sistema de sinterización térmica que funde el regolito mediante luz concentrada, similar a cómo el Sol incidiría directamente sobre la superficie lunar. Este método permite crear capas sólidas a partir del polvo, generando bloques o estructuras resistentes a las condiciones extremas del satélite. Los investigadores indican que el objetivo es desarrollar impresoras capaces de operar de forma autónoma, construyendo hábitats, plataformas y carreteras antes de la llegada de astronautas.

Un paso clave para la exploración espacial sostenible

El uso del regolito lunar representa una estrategia esencial para reducir costos y riesgos logísticos, ya que evita transportar materiales pesados desde la Tierra. Además, el experimento se alinea con los esfuerzos internacionales para aplicar fabricación aditiva fuera del planeta, en colaboración con proyectos similares impulsados por la NASA y la ESA. China prevé realizar nuevas pruebas durante las misiones Chang’e 8, que podrían demostrar la viabilidad real de esta tecnología en el terreno lunar.

Curiosamente, mientras en la Tierra seguimos peleando por imprimir en resina sin que se nos atasque la boquilla, en la Luna ya están preparando impresoras que trabajan con polvo… y sin gravedad.