Impresoras 3D para todos con el boom de las entry-level
Las impresoras 3D de consumo están viviendo su momento. Solo en el primer trimestre de 2025, se enviaron más de un millón de unidades de impresoras por debajo de los 2.500 dólares, lo que representa un crecimiento del 15 % interanual. Una señal clara de que el 3D casero ya no es cosa de frikis... o al menos, no solo.
China imprime el ritmo del mercado
El dominio es apabullante: el 95 % del mercado lo tienen fabricantes chinos, con marcas como Creality, Anycubic o Elegoo copando la escena. Pero quien se lleva los titulares es Bambu Lab, que ha crecido nada menos que un 64 % respecto al año pasado. Su combinación de velocidad, calidad y diseño ha conquistado desde makers hasta estudios pequeños que buscan rendimiento sin hipotecarse.
¿Y qué significa esto para artistas 3D y creativos?
Significa que cada vez es más fácil cerrar el ciclo entre el diseño digital y el objeto físico. Si estás creando props, miniaturas, piezas para cosplay, arquitectura o prototipos funcionales, ya no necesitas acceso a una impresora industrial. Muchas de estas máquinas ofrecen calidad sorprendente con perfiles preconfigurados desde Blender, PrusaSlicer o OrcaSlicer, y admiten filamentos avanzados como TPU o PETG.
Accesible no significa limitado
Con precios más bajos y mejoras en software y precisión, las impresoras “entry-level” están dejando de ser una puerta de entrada para convertirse en una opción seria para producción ligera o uso profesional. Solo necesitas una buena idea… y que no se te enrede el filamento.
Eso sí, si tu impresora imprime mejor que tú modelas, tal vez el upgrade que necesitas no sea de hardware.
Y piénsatelo bien antes de escoger una, cuando el mercado empieza a comportarse así, se suele montar las impresoras con cualquier cosa que tengan a mano... No caigas en la trampa del marketing, no está pensado para hacerte la vida mejor.
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