El estudio británico Foster + Partners, junto con la NASA y la empresa Branch Technology, ha presentado un proyecto que parece sacado de una animación de ciencia ficción, pero va muy en serio: un rascacielos lunar de 50 metros impreso en 3D usando regolito, el polvo de la propia superficie lunar. Este diseño busca convertirse en uno de los elementos clave para las futuras colonias en la Luna.


Regolito, impresoras y gravedad baja: bienvenida la arquitectura lunar

Lo interesante del proyecto es que todo está pensado para producirse in situ, sin tener que enviar toneladas de materiales desde la Tierra. Utilizan impresoras 3D adaptadas a ambientes extremos y energía proveniente de paneles solares desplegables incorporados en la propia torre. Esto no solo es eficiente, también reduce enormemente el coste y el impacto logístico. La torre funciona como generador, refugio y núcleo estructural de la base lunar.

¿Y esto cómo lo modelamos aquí en la Tierra?

Aunque aún no podamos imprimir en la Luna (ni tenemos acceso al regolito), este tipo de proyectos se modelan con herramientas como Rhino, Blender o Maya, y se renderizan con motores como V-Ray o Arnold para simular condiciones lumínicas lunares. Incluso se aplican físicas similares a las de partículas en baja gravedad para analizar estructuras en simulación. Para quienes hacen visualización arquitectónica, esto es un nuevo universo —literalmente.

¿De niño te decía tu madre que estabas siempre en la luna? OjO no acabes allí de verdad haciendo renders.