Una simple actualización que congeló medio planeta. Hace dos días, una actualización defectuosa de un antivirus desencadenó una caída masiva de sistemas informáticos a nivel global. La incidencia afectó gravemente a sectores clave como aerolíneas, bancos, servicios públicos y medios de comunicación. En cuestión de horas, miles de dispositivos quedaron inoperativos, generando retrasos, cancelaciones, bloqueos de cuentas y caos organizativo en varios países.


La causa fue una actualización automática que contenía un fallo en la base de detección, lo que provocó que el software marcara como amenaza componentes críticos del sistema operativo, llevándolos a bloqueo o eliminación. El incidente ha sido calificado como uno de los errores más graves en la historia reciente del software de seguridad.

Actualmente, los servicios afectados trabajan para restaurar la normalidad y evaluar los daños, mientras expertos en ciberseguridad cuestionan los protocolos de prueba y despliegue de este tipo de actualizaciones automatizadas.