Un fenómeno poco común en el mundo de los coches eléctricos. El Xiaomi SU7 está dando que hablar, y no solo por ser un coche eléctrico con tecnología de última generación, sino porque ha logrado algo insólito: su precio de segunda mano supera al precio de compra nuevo, si quitamos los impuestos asociados a la compra. Esto es algo que casi nunca se ve en la industria automotriz, donde lo normal es que un vehículo nuevo pierda valor apenas sale del concesionario.


¿Cómo es posible que un coche usado cueste más que uno nuevo?

La clave está en que, al eliminar impuestos como el IVA o tasas locales, el precio base del SU7 nuevo baja considerablemente. Sin embargo, en el mercado de segunda mano, la demanda de coches eléctricos con buena autonomía y tecnología avanzada se mantiene muy alta. Esto hace que los coches usados Xiaomi SU7 que están bien equipados y cuidados suban su valor, superando incluso el precio original sin impuestos.

Tecnología y diseño que justifican su valor

El Xiaomi SU7 destaca por su diseño moderno y prestaciones técnicas avanzadas, con un software de conducción asistida que recuerda a lo que vemos en los grandes fabricantes de coches eléctricos. La integración de sistemas de simulación 3D para mejorar la experiencia en el panel digital y el diseño interior, hecho con programas como Blender o Autodesk Maya para visualizar los prototipos, aporta un valor añadido que no se devalúa con el tiempo.

Un fenómeno que habla del interés creciente en la movilidad eléctrica

Este caso nos muestra lo rápido que está cambiando el mercado de coches eléctricos. Cuando un modelo como el Xiaomi SU7 mantiene o incluso aumenta su valor en el mercado de segunda mano, indica que la tecnología y la demanda están en auge. Además, el precio más alto de los coches usados puede deberse también a la escasez de unidades nuevas disponibles, algo que no se espera que cambie pronto.


Un dato curioso para cerrar

Si pensabas que solo en el mundo del arte moderno un objeto puede valer más usado que nuevo, el Xiaomi SU7 nos demuestra que los coches eléctricos también pueden ser una inversión. Aunque cuidado: si te animas a comprar uno para luego venderlo más caro, recuerda que el software y la batería no se actualizan mágicamente con el tiempo, a menos que el coche sepa hacer alguna malabares que aún no nos han contado.