Figuras impresas en 3D con botellas recicladas
Un coleccionable con alma ecológica. En Singapur, una startup llamada Unigons ha creado algo que no solo es visualmente atractivo, sino también sostenible. Se trata de una serie limitada de figuras impresas en 3D hechas completamente con botellas de plástico recicladas. Sí, botellas PET, de esas que solemos tirar al contenedor. Cada figura representa al Merlion, el icónico símbolo del país, y viene con un pedestal que guarda una pequeña sorpresa: seis amuletos con caracteres chinos ocultos en un compartimento secreto.
Un proceso artesanal, pero con tecnología 3D
El proceso de fabricación no es precisamente exprés. Para cada figura, se necesitan unas 30 botellas de plástico reciclado, que primero se separan del resto de residuos, se limpian, se secan y luego se convierten en filamento 3D con colorantes personalizados. Unigons no trabaja solo; colabora con PlasticTinkers, otra startup de impresión 3D con base en Vietnam y Singapur. En total, más de 50 impresoras 3D se utilizaron para crear esta colección, uniendo sostenibilidad y diseño gracias a herramientas como Blender, ZBrush y el slicing en Cura.
¿Por qué usar plástico reciclado si es más caro y lento?
Joe Chua, uno de los fundadores y diseñador de estas figuras, lo explica sin rodeos: no es el camino más barato ni más rápido, pero sí el más significativo. Él busca transformar la percepción del plástico reciclado, elevando su valor desde apenas unos centavos hasta más de 50 dólares por kilo. Y aunque reconoce que el coleccionismo 3D aún genera dudas en algunos puristas, cree que la evolución de los materiales reciclados está cerrando esa brecha.
Diseño coleccionable, sorpresa incluida
La colección, llamada Fortune Merlion, incluye 60 figuras únicas, en 10 combinaciones de color diferentes, todas vendidas en blind boxes, esas cajitas misteriosas que tanto gustan a los coleccionistas. Cada una mide 18 cm y mezcla lo tradicional con un diseño contemporáneo, ideal para vitrinas, escritorios o simplemente para presumir en el feed. Y sí, si alguien abre todas y no le toca el color que quería... al menos está salvando al planeta de un poco más de plástico.
Cuando el reciclaje se convierte en arte
A veces el diseño 3D parece magia, pero aquí es magia con conciencia. En lugar de seguir llenando el mundo de llaveros inútiles, esta gente decidió convertir la basura en arte. Quién lo diría: ese refresco malísimo que te tomaste hace meses ahora vive como un Merlion de edición limitada. Y encima, con compartimento secreto. A este paso, lo próximo será una figura impresa en 3D que incluya el WiFi gratis.
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