TEAMANIM, la asociación creada para apoyar la animación en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes (AURA), anuncia su cierre definitivo el 1 de agosto de 2025. Fundada con la intención de conectar estudios, escuelas y colectivos creativos del sector audiovisual, su enfoque apuntaba al desarrollo de un ecosistema local sólido en torno al cine animado, el motion design o incluso la cinemática en videojuegos. Lamentablemente, ni el entusiasmo ni el talento bastaron.


TALENIMA fue su mayor logro... y también el último

Uno de los mayores aciertos de TEAMANIM fue el festival TALENIMA, lanzado en 2024 como espacio para dar visibilidad al talento estudiantil en animación, música para cine y diseño en movimiento. El evento sirvió de escaparate para creadores emergentes que trabajan con herramientas como Toon Boom, Blender, After Effects o Unreal Engine. Aunque la edición 2025 sigue en pie, no habrá continuidad en 2026.

Cuando el esfuerzo se agota antes que la pasión

Según explican desde la dirección, los meses recientes fueron un desgaste constante. La falta de recursos económicos, junto al agotamiento del equipo y el bajo compromiso de miembros y colaboradores, acabaron por forzar la decisión. Incluso tras lanzar encuestas y peticiones de ayuda, el volumen de respuesta no alcanzó para justificar la supervivencia de la asociación. Como tantas veces, la voluntad no fue suficiente frente a la realidad logística y financiera.

Un cierre que recuerda a otros adioses del sector

La historia de TEAMANIM no es única. Muchos colectivos del entorno de la animación y los efectos visuales han caído por falta de relevo o financiación. Basta recordar el caso de Paris ACM SIGGRAPH o iniciativas que murieron cuando sus fundadores dejaron el timón. El ecosistema creativo depende demasiado de esfuerzos personales, y cuando ese empuje se agota, todo lo demás se cae como piezas de rigging mal conectadas.

Así que sí, se va TEAMANIM, pero su intento queda como recordatorio: los que vivimos de la animación también necesitamos estructura… y algo más de café con leche que ilusión.