California ha dado un paso decisivo para revitalizar su industria de animación con la aprobación de una reforma histórica, a partir de ahora, los proyectos animados serán elegibles para un crédito fiscal del 35%, el más alto jamás ofrecido en el estado. Esto incluye largometrajes, series y cortos de animación, marcando la primera vez que este formato recibe acceso directo al incentivo estatal.


Un cambio estratégico frente a la fuga de animación

Durante años, gran parte de la producción animada se trasladó a otros países y estados que ofrecían subsidios más atractivos. Aunque California mantuvo el liderazgo en tareas de preproducción y posproducción, los trabajos principales migraron. Con la firma del proyecto de ley AB1138, el estado busca recuperar ese terreno perdido.

El presupuesto total del programa de incentivos también ha sido duplicado, pasando de $330 millones a $750 millones anuales. Esto incrementa las posibilidades de que más estudios puedan beneficiarse y retomar producciones pausadas en medio de una desaceleración general de la industria audiovisual.

Impacto en el ecosistema completo de producción

El beneficio fiscal no solo afectará a estudios de animación, sino también a sectores clave como la posproducción, efectos visuales y música para cine, que dependen del trabajo local. Con más proyectos eligiendo quedarse en California, se espera una reactivación de empleos y servicios relacionados.

Aún faltan detalles, pero el impulso ya está en marcha

Las regulaciones finales sobre la distribución de los fondos entre proyectos de acción real y animación están aún por definirse. Sin embargo, el mensaje es claro, California quiere recuperar su corona como capital mundial de la animación.

Productores, estudios y creadores tienen ahora una razón poderosa para mantener su flujo de trabajo dentro del estado. Con este crédito del 35%, proyectos que antes eran inviables podrían volver a la mesa de trabajo.