La Universidad de Cambridge ha desarrollado LACS (Laser-Assisted Cold Spray), una técnica que combina un chorro supersónico de polvo metálico con calentamiento láser localizado. Resuelve un problema clave: elimina el 85 por ciento del coste en helio que requieren los métodos tradicionales de cold spray (unos 80 por minuto), según el profesor Bill O'Neill.


Tecnología pensada para la industria aeroespacial

Operando entre 400-700 frente a los 1.200 grados centígrados convencionales, LACS permite:

  • Depositar hasta 10 kg/hora sin deformar el sustrato
  • Preservar la estructura cristalina de materiales como titanio
  • Reparar componentes in situ, evitando el almacenaje costoso de repuestos

El próximo reto es controlar la deposición para impresión 3D completa

Actualmente, LACS es ideal para recubrimientos, pero el equipo trabaja en controlar la forma de deposición para fabricar piezas complejas. Tenemos resultados prometedores, adelanta O'Neill. Mientras tanto, la industria sigue de cerca un avance que podría ahorrar millones... y dejar mucho helio sobrante para globos de cumpleaños.