En una elegante villa parisina, un abuelo sorprende a su nieta robando una perla rara. Pero en lugar de enfadarse, ese momento abre un portal al pasado. Recuerda su infancia en el Montreal de 1910, cuando siendo huérfano descubrió a una niña que lloraba perlas. Esta historia mezcla realidad y mito en un cortometraje de stop-motion que revive el arte artesanal con un toque moderno y emocional.
Dos estilos de marionetas para tiempos distintos
Los nominados al Oscar Chris Lavis y Maciek Szczerbowski usan dos estilos muy diferentes de marionetas para separar las épocas: unas inspiradas en iconos religiosos de madera para el pasado, y otras realistas de silicona para el presente. Esta elección visual crea un contraste entre lo sagrado y lo cotidiano, haciendo que cada época tenga su propia atmósfera y textura.
Movimiento torpe y naturalidad imperfecta
El movimiento de las marionetas busca una torpeza realista, muy alejada de la perfección digital. Usan alambres de aluminio en lugar de armaduras rígidas de bola y casquillo, lo que permite aplastar o moldear los muñecos con mayor libertad. Esto les da una fluidez única que recuerda la tradición europea del stop-motion, evitando esa frialdad artificial de algunos trabajos digitales.
Improvisación en vez de storyboards tradicionales
Los directores prefieren dejar de lado los storyboards clásicos y trabajar con actores en un set minimalista. Graban con cámaras en mano escenas espontáneas, buscando capturar gestos naturales y pequeños detalles cotidianos que suelen pasar desapercibidos, como cambiar la mano al coger una taza. Esta improvisación aporta frescura y un lenguaje cinematográfico cercano.
Una obra que honra lo artesanal y lo teatral
Con esta mezcla de técnicas artesanales, inspiración religiosa y métodos casi teatrales, el cortometraje muestra el poder y la belleza del títere tradicional. Los directores lo resumen bien: Si no puedes igualar la animación digital, mejor volver a los orígenes y mostrar el poder teatral del títere. Seguro que muchos en foro3d.com sabrán apreciar ese toque irónico y esa apuesta valiente por lo manual.
|Agradecer cuando alguien te ayuda es de ser agradecido|