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Juegemos la historia virtual

  1. #301
    Fecha de ingreso
    Dec 2004
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    255

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    -No, tengo qué?
    -Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    -¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.

    Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.

    Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.

    Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-.

    Moja salchichas aquí -dijo el perro-.

    No, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -Esa salsa lleva mucha pimienta negra.

    Aa, achís.

    Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.

    Perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.

    Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -Tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.

    Si, ¿quieres probártelos?
    -No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.

    Eso debe doler.

    No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.

    Caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.

    Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    -No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    -Ignorante de la vida, es Hair FX.

    Si eres calvo.
    -¿calvo? ¿yo? Pero quien te has.
    El infinito es el lí*mite de la imaginación. - JC Gallo

  2. #302
    Fecha de ingreso
    Jun 2003
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    12,619

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    -No, tengo qué?
    -Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    -¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.

    Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.

    Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.

    Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-.

    Moja salchichas aquí -dijo el perro-.

    No, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -Esa salsa lleva mucha pimienta negra.

    Aa, achís.

    Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.

    Perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.

    Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -Tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.

    Si, ¿quieres probártelos?
    -No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.

    Eso debe doler.

    No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.

    Caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.

    Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    -No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    -Ignorante de la vida, es Hair FX.

    Si eres calvo.
    -¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece.

  3. #303
    Fecha de ingreso
    Dec 2004
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    92

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    -No, tengo qué?
    -Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    -¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.

    Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.

    Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.

    Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-.

    Moja salchichas aquí -dijo el perro-.

    No, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -Esa salsa lleva mucha pimienta negra.

    Aa, achís.

    Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.

    Perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.

    Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -Tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.

    Si, ¿quieres probártelos?
    -No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.

    Eso debe doler.

    No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.

    Caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.

    Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    -No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    -Ignorante de la vida, es Hair FX.

    Si eres calvo.
    -¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.

  4. #304
    Fecha de ingreso
    Apr 2005
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    455

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    - No, tengo qué?
    - Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    - ¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
    - Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.
    - Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.
    - Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-
    -moja salchichas aquí -dijo el perro-.
    -no, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -esa salsa lleva mucha pimienta negra.
    - Aa, achís.
    - Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.
    -perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.
    - Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.
    - Si, ¿quieres probártelos?
    - No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.
    - Eso debe doler.
    - No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.
    -caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.
    - Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    - No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    - Ignorante de la vida, es Hair FX.
    - Si eres calvo.
    - ¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.- dijo mientras orinaba.

  5. #305
    Fecha de ingreso
    Apr 2002
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    3,368

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    - No, tengo qué?
    - Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    - ¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
    - Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.
    - Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.
    - Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-
    -moja salchichas aquí -dijo el perro-.
    -no, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -esa salsa lleva mucha pimienta negra.
    - Aa, achís.
    - Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.
    -perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.
    - Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.
    - Si, ¿quieres probártelos?
    - No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.
    - Eso debe doler.
    - No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.
    -caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.
    - Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    - No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    - Ignorante de la vida, es Hair FX.
    - Si eres calvo.
    - ¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.- Dijo mientras orinaba sobre la gran.

  6. #306
    Fecha de ingreso
    Apr 2005
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    455

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    - No, tengo qué?
    - Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    - ¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
    - Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.
    - Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.
    - Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-
    -moja salchichas aquí -dijo el perro-.
    -no, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -esa salsa lleva mucha pimienta negra.
    - Aa, achís.
    - Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.
    -perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.
    - Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.
    - Si, ¿quieres probártelos?
    - No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.
    - Eso debe doler.
    - No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.
    -caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.
    - Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    - No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    - Ignorante de la vida, es Hair FX.
    - Si eres calvo.
    - ¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.- Dijo mientras orinaba sobre la gran montaña de estiércol.

  7. #307
    Fecha de ingreso
    Dec 2004
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    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    -No, tengo qué?
    -Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    -¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.

    Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.

    Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.

    Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-.

    Moja salchichas aquí -dijo el perro-.

    No, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -Esa salsa lleva mucha pimienta negra.

    Aa, achís.

    Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.

    Perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.

    Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -Tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.

    Si, ¿quieres probártelos?
    -No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.

    Eso debe doler.

    No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.

    Caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.

    Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    -No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    -Ignorante de la vida, es Hair FX.

    Si eres calvo.
    -¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.- Dijo mientras orinaba sobre la gran montaña de estiércol.
    -es Willow, ¿algún.
    PromineoStudios

    Sin riesgos en la lucha, no hay gloria en la victoria

  8. #308
    Fecha de ingreso
    May 2004
    Mensajes
    561

    Juegemos la historia virtual

    Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
    -Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
    -No, tengo qué?
    -Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
    -¿perro estas fumado?
    -Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.

    Con razón deliras.

    Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.

    El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un rato, el perro fue a consolarlo.

    No temas.

    Dijo.

    Confía en que algún lejano día todo quedará atrás.

    Aquel momento fue asquerosamente respetado por un dios llamado tristeza y olvido, éste le miró un poco avergonzado, pero con mucho respeto, así que, ¿cómo era bizco en su personalidad, y sordo en los momentos que no sabía cómo afrontar la situación, decidió armarse de valor y coger su varita mágica para transformar al perro en un engendro de Satán, sadomaso y adicto a las más gordas salchichas.

    Entonces, el tío alimonado mutó en naranja, parecida a don-patch, de piel gruesa con un sospechoso olor tirando a limón poco maduro, pero muy podrido, siendo una incongruencia, pero también verdad.¿pero que diablos has hecho, joder? Quiero ser limón.

    Serás lo que tienes que ser mientras que el sea un alimonado, y no salga con tonterías y coma mocos color verde con pan. Además, para ser pijo, maricón, alimonado tienes buen aspecto, y no como el pájaro pringado, que se mete todo lo que le vende el fantástico y maravilloso carapene del perro, y se fue hacia el gran montículo de salsa y dijo que aquello era el no va más-.

    Moja salchichas aquí -dijo el perro-.

    No, cobrarían vida.
    -¿cómo lo sabes?
    -Esa salsa lleva mucha pimienta negra.

    Aa, achís.

    Saludos. Pero deja de dar por detrás de mi esos brincos histéricos como si fueras un puñetero mono de tan solo tres cabezas y medio pene.

    Perdón. Es que no como muchos bogavantes al medio día, por eso salto de esa manera.

    Pues ya podías dejar esa dieta de recatores al Torcuato Carod Rovira.

    De repente, apareció un esquiador olímpico budista que miró admirado los dos personajes de cómic underground. Le ponían cachondo, pero decidió desaparecer.

    El perro flipó, y también desapareció. El esquiador budista se quedó mudo al encontrárselo en su culo. Pero estaba limpio como la mojama y con unos buenos calzoncillos resplandecientes. Entonces, decidió decírselo:
    -Tus calzoncillos son como galletas chinas de la suerte.

    Si, ¿quieres probártelos?
    -No sé si me servirán, soy un poco más culón que supersticioso, y mi enorme verruga trasera es motivo de grandes problemas. Aunque ya conseguí encogerla con caucho recauchutado ardiendo.

    Eso debe doler.

    No sabes cuánto tiene que costar rascarse el escroto con un rastrillo.

    Fin del cuento.

    Epílogo:
    Después de un largo día, un gnomo zahorí, salió por patas de su choza de 33.550.336 polígonos.

    Caramba, que calor- Dijo mientras tocaba libidinosamente su enorme Ukelele de pvc.

    Al encontrarse con un viejo conocido, corrió lentamente acostado un gusano que llevaba enorme sombrero.

    Cuánto tiempo, esquiador.

    Bonita choza, ¿3d Studio Max?
    -No, es Blender.

    El intrépido gnomo, usuario de XSI, sintió profunda envidia y aborrecimiento total de utilizar Combustion para encender el puro gritando eso de:
    -.abajo las teteras.

    Nada más decir teteras, sus pezones agitados al viento proyectaron una Vray Light. Y la choza, antes tenuemente iluminada, adquirió un color ocre.

    Cómo mola.-mi pelo nasal es tope guay.

    Después del colocón, Vray todavía renderizaba.
    -¿son Splines renderizables?
    -Ignorante de la vida, es Hair FX.

    Si eres calvo.
    -¿calvo? ¿yo? Pero quien te has traído contigo? Parece Willow pero hippie.- Dijo mientras orinaba sobre la gran montaña de estiércol.

    Es Willow, ¿algún problema, so mamón? .
    La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.

    Voltaire, Franí§ois Marie Arouet


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