En los dos bandos cuecen habas, por eso me identifico con los dos y con ninguno. Ante todo hay personas, y cada persona es un mundo. La guerra de sexos es un poco absurda, porque se generaliza siempre. Yo muchas veces entiendo a los tíos, y otras a las tías. Somos diferentes sí, pero ya está. Ni mejores ni peores. Hay de todo como en botica.