El tito George, como le llaman los buenos frikis (yo, personalmente, espero no tener ningún parentesco físico ni artístico con este individuo), lo ha vuelto a hacer, y en un alarde de masificación monetaria y masturbación etérea ha vuelto a crear otro engendro deforme de la otrora respetable franquicia de la guerra de las galaxias.
Lo que espero se pregunten los afortunados lectores que, aun no hayan visto la película debería ser: ¿es peor que la anterior? ¿en serio? ¿esta este crítico borracho? ¿caramba, tan mala es? La respuesta a cada una de estas preguntas es un rotundo sí. Aunque he de matizar: entretiene mucho más que la primera, es más espectacular que ésta, pero solo por el hecho de tener un guión tan nefasto y dañino la considero personalmente una birria insufrible digna de estar abajo incluso de su precedente.
Sin ningún género de dudas el ataque de los clones es el mayor bluf del año, e incluso puede que del lustro y en mí esporádicamente sana opinión debería figurar en un top junto al exorcista 2 o Robocop 3, bueno, no digamos cosas de las que nos podamos arrepentir. Vamos pues a comentar la película en sí.
Nada más acabar los anuncios y los tráilers y apareciendo ya la cansina frase del principio, los frikis de la sala comienzan a hacer acto de presencia evocando unos aplausos inmerecidos (leches, son las mismas palabras que llevas leyendo desde hace más de 20 años, ¿es eso motivo de aplauso? ¿aplaude el friki cada vez que se pone el imperio contraataca en su video? Lamentablemente algo me dice que la respuesta es afirmativa) pero no nos salgamos del tema y vamos a lo que vamos.
Se nos presentan, pues, los mismos personajes del episodio anterior y ya nos llevamos la primera sorpresa: no ha envejecido nadie excepto Anaquín, que ahora es un metro más alto. ¿por qué? La respuesta es tan obvia que hasta me estremecería pensar que alguien no la supiera contestar: porque es un poderoso Jedi.
Lo cierto es que desde el principio se deja entrever una historia de amor entre ani (al que a partir de ahora llamaré anís y cuyo actor que le representa -que no recuerdo su nombre- Tiene menos futuro que marque hamill) y amidala (a la que desde ahora llamaré senadora amidala). Dicha relación es ñoña y pastelosa hasta la náusea y cualquier escena en la que comiencen a lascivia puede resultar una buena candidata para perdérsela en una fugaz visita al wc.
Más de los primeros dos tercios de la película son totalmente olvidables, presentándonos únicamente la más absoluta de las vanidades en forma de nocivas historietas romántico-moralineras aderezadas con esculpibles escenas de acción propias de videojuego barato y no menos plagadas de tópicos perrulleros. De toda esta parte me gustaría rescatar y comentar algunas perlas:
Por ejemplo, y ojo que vienen spoilers, a media película anís decide ir a tatúan (sé que no se escribe así) a ver a su madre tras 10 años de separación. Allí encuentra a su padrastro -que no conocía- Y a sus hermanastros -que, por supuesto, tampoco conocía- Cosa que se la trae al pairo y no presta más atención, de hecho, hacía tiempo que no veía a unos secundarios pasar tan desapercibidos, teniendo como tienen un papel tan importante en la historia de las trilogías starwanianas. También descubre que su madre lleva como un mes secuestrada por los tusken.
Decide así ir a rescatarla y, como es un poderoso Jedi, la encuentra en no más de 5 minutos, pero la madre se le muere en los brazos -snif-. Toda una oportunista ella, que aguanta un mes de torturas y violaciones (suponemos) y se tiene que morir justo cuando llega anís y la salva. Aunque más mala leche tiene el niño, que le ha llevado 7 minutos de metraje hacer el viaje y dar con ella y no ha sido capaz de hacerlo durante ¡10 años, que han pasado desde el episodio 1. Sin duda unos buenos elementos son anís, Obi Wan y cía, que incluso han encolomado a jar jar a senador mientras la pobre señora Skywalker se muere en la miseria, menos mal que se dieron cuenta de que esa criatura infecta no merecía ningún tipo de protagonismo y, aunque la muerte hubiese sido la mejor opción, relegar al bichejo a la más absoluta de las secundariedades honra bastante a los chicos de Lucasfilm.
La película es en completo 3d, generada casi la totalidad de la misma mediante ordenadores y programas infográficos. Muy bonitos efectos, luces, explosiones y tal, pero molesta un poco ver hasta las sillas renderizadas, o los soldados imperiales moviéndose grácil y fluidamente, sin duda con el único y vil objetivo de reciclarlos para las futuras hornadas de mediocres videojuegos basados en la malparada película. Pero en fin, no se podía esperar menos de estos gañanes.
La interpretación, nefasta, los diálogos, imposibles y empalagosos, el guión, un verdadero horror.
Vaya, pero la última parte es una maravilla tecnológica. Sin duda un auténtico espectáculo palomitero digno de verse. Y al final, sí, tendremos el placer de ver al malo (que no se ni quien caracoles es ni que diablos pinta en la historia, llámame poco observador) luchando con Yoda. Y el enano verde mete unas leches de la hostia, y no veas los brincos que mete, que bestia. Eso sí, una vez acabada la batalla, el Pujol podrido sigue con sus fatigados andares y con la ayuda de su bastón, no vayan a retirarle la pensión.
Una vez acabada la intolerable película, los frikis más degenerados aún tenían fuerzas para aplaudir. No les entiendo, e incluso me acerqué a la primera fila a ver si es que estaba el reparto por ahí. No fue así, y es que los buenos freaks son freaks para lo bueno, y para lo malo.