Cómo usar proxies para optimizar escenas en Maya sin volverte loco
En Maya, un proxy (o referencia proxy) es una versión simplificada de un objeto complejo que permite trabajar con soltura en escenas pesadas. Por ejemplo, si tienes una casa con miles de polígonos, puedes usar un modelo de baja resolución mientras animas, y cambiar al de alta resolución solo al renderizar. Así no sobrecargas la escena y tu ordenador no despega como si fuese un avión.
En las versiones actuales de Maya, la forma más eficaz de gestionar esto es mediante los Stand-ins de Arnold o las Referencias con capas de visualización. Aquí te explico los pasos recomendados:
Con Stand-ins de Arnold (el método moderno):
Exporta el objeto de alta resolución como archivo [.ass]:
Selecciona el modelo > Arnold > StandIn > Export Selection to ASS....
Crea un nodo Stand-in en la escena principal:
Arnold > StandIn > Create StandIn, y carga el archivo .ass que exportaste.
Utiliza una versión low poly como referencia visual:
Puede ser una caja simple o una versión optimizada del mismo objeto.
Gestiona la visibilidad con capas de visualización:
Coloca el low poly y el stand-in en capas distintas. Muestras uno u otro según lo que necesites:
- Para animar: muestra el low poly.
- Para renderizar: oculta el low poly y muestra el stand-in.
- Alternativa sin Arnold: referencias manuales
Guarda dos versiones del modelo, una de baja y otra de alta resolución, en archivos distintos (.ma o .mb).
En tu escena de animación, ve a File > Create Reference y carga el low poly.
Cuando quieras renderizar, abre el Reference Editor, haz clic derecho sobre el archivo referenciado y selecciona Replace Reference, eligiendo el modelo high poly.
Este sistema te permite trabajar con fluidez y evitar cuelgues innecesarios. Es importante tener en cuenta que los proxies no deben usarse si vas a deformar la geometría con huesos o rigs que requieran que la topología sea idéntica. Pero para objetos estáticos como una casa, funciona de maravilla.
Y sí, al principio Maya parece querer fastidiarte la vida… pero cuando entiendes cómo usar sus proxies, casi te apetece invitarle a unas cañas. Casi.
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