Veo que aquí algunos ven lo que quieren ver. O eso o no saben leer. No he defendido nada, ni a unos ni a otros. Ni debería avergonzarme si lo hubiera hecho, me considero apolítico, y creo que la mayoría así lo ha entendido. Eso no quita que unos pocos, como siempre, tengan que decidir de que se puede hablar y de que no.
Pero no voy a seguir la discusión (entendiendo por discusión intercambio de ideas, no pelea) creo que se ha entendido que mi mensaje es que hay que cuestionarlo todo, sobre todo después de lo de las armas químicas en Irak.
La bc y cn ya no tienen credibilidad para mí desde entonces, no te digo nada las cadenas nacionales.
El que haya querido ver en mis mensaje un defensa de esto o de aquello, tiene un problema. O una gran fijación.
Pero me da igual sólo quería compartir unas reflexiones obtenidas después de haber leído algún libro de política y economía.
Mi idea es escribir un relato ambientado en un futuro no muy lejano y quiero que el trasfondo político-económico sea un poco coherente con lo que se espera que va a suceder en la próximas décadas.
Creo que tras la revolución industrial se hicieron necesarios el socialismo y el comunismo, para defender a los trabajadores, hubo revoluciones y el mundo cambió, en general, para mejor. Pero ahora creo que el comunismo esta obsoleto y el socialismo tiene que cambiar mucho, igual el capitalismo.
Estamos al borde de otra revolución (energética) que exigira un reajuste de todo, de ideologías, de las formas de tratar la información, la energía, y sobre todo del trabajo.
Ahora estoy acabando un libro: el economista camuflado, que bien de cómo se fijan los precios en el mercado y cómo funcionan los mercados. Cómo a veces el mercado puede ser más justo que el propio estado, en fin, es largo de contar, el que quiera que se busque el libro.
El siguiente será el fin del trabajo (hay colgado un resumen en el hilo dedicado a los libros, en el foro)y con estos libros y alguno más espero poder trazar las líneas generales de la historia.
Discusiones constructivas estoy para todas las que hagan falta, para patalear y resucitar muertos a comprarse una ouija.