El sector turístico de Sevilla adopta herramientas de modelado y visualización 3D para transformar cómo se presenta su patrimonio. Estas empresas ya no solo ofrecen visitas guiadas tradicionales, sino que crean réplicas digitales de monumentos y espacios históricos. Esta tecnología permite a los visitantes explorar detalles arquitectónicos inaccesibles o ver cómo eran los edificios en distintas épocas históricas. La meta es hacer que la experiencia cultural sea más profunda y que llegue a un público más amplio, incluyendo a personas con movilidad reducida.


La tecnología 3D reconstruye espacios y abre nuevas rutas

Los escáneres láser y la fotogrametría capturan con precisión la geometría de lugares como la Catedral, el Alcázar o la Plaza de España. Con estos datos, se generan modelos tridimensionales que sirven como base para diversas aplicaciones. Las empresas desarrollan recorridos virtuales que se pueden seguir desde casa con un ordenador o un dispositivo móvil. También crean experiencias inmersivas en centros de interpretación, donde los visitantes usan gafas de realidad virtual para pasear por una Sevilla del pasado. Esta aproximación no sustituye la visita física, sino que la complementa y enriquece.

La accesibilidad y la conservación se benefician de lo digital

Al digitalizar el patrimonio, las empresas logran que personas que no pueden acceder a ciertas zonas, como las cubiertas de un edificio o una cripta estrecha, las conozcan igualmente. Los modelos 3D también son una herramienta valiosa para los trabajos de restauración, ya que documentan el estado exacto de un elemento. Los guías turísticos usan tabletas para mostrar animaciones que explican cómo se construyó un arco o cómo funcionaba un mecanismo histórico. Así, la tecnología sirve para educar, preservar y democratizar el acceso a la cultura.

Quizás pronto podamos subir a la Giralda sin sudar ni una gota, aunque luego echemos de menos el olor a naranjo del patio.