El MEI aumenta la cotización a la seguridad social
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional, conocido como MEI, sube su tipo de cotización. Este incremento, que entra en vigor, afecta directamente a la nómina y al coste laboral. Tanto el trabajador como la empresa deben pagar más a la seguridad social. La parte que corresponde al empleado reduce su salario neto. Para la empresa, supone un gasto extra al contratar o mantener a su personal. Este cambio forma parte de la estrategia para equilibrar las cuentas del sistema de pensiones a largo plazo.
Cómo afecta el cambio a trabajadores y empresas
La cotización del MEI pasa del 0.7 por ciento al 0.8 por ciento. Esto se aplica sobre la base de cotización de cada trabajador. En la práctica, la empresa retiene una cantidad mayor del salario bruto del empleado para transferirla a la seguridad social. Como resultado, el dinero que el trabajador recibe en su cuenta bancaria es ligeramente menor. Paralelamente, la empresa debe abonar también su parte incrementada, lo que eleva el coste total de cada contrato. El efecto es un menor poder adquisitivo para el empleado y un aumento de los gastos de personal para el negocio.
El objetivo detrás de la medida fiscal
La razón principal para ajustar el MEI es financiar el sistema de pensiones. Se busca garantizar que los fondos sean suficientes para las generaciones futuras. El mecanismo actúa como un complemento a otras reformas del sistema de bienestar. Las autoridades argumentan que es un paso necesario para mantener la sostenibilidad. Sin embargo, esta subida genera debate sobre quién debe soportar el mayor peso de estos ajustes. El impacto inmediato en la economía de hogares y empresas es tangible.
Para el trabajador, es como si una parte de la próxima subida salarial ya tuviera un destino fijo antes de llegar a su bolsillo. Las empresas, por su parte, ven cómo un coste fijo más se suma a la lista al calcular sus presupuestos.
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