El texturizado estocástico es un enfoque que genera o mezcla mapas como los de color, rugosidad o normales usando patrones aleatorios que se controlan. Este método resuelve el problema de los patrones que se repiten y son visibles en las texturas al azulejar, lo que crea superficies únicas y creíbles a gran escala. Los artistas ya no dependen de un único mapa de textura enorme, sino que combinan varios detalles más pequeños de forma procedural. Los motores de renderizado procesan estas texturas sobre la marcha, lo que permite cubrir terrenos extensos o edificios complejos sin que se perciban bordes o patrones repetitivos.


Los mapas se generan con ruido y algoritmos

El proceso se basa en usar funciones de ruido coherente, como el ruido de Perlin o Simplex, para distribuir y mezclar muestras de textura. Un shader o un compute shader toma varios mapas de detalle y los combina según valores aleatorios que varían según la posición UV o las coordenadas del mundo. Esto produce variación en el color, la micro-superficie y el relieve, imitando la irregularidad natural de materiales como la piedra, la madera o el hormigón. La clave está en que la aleatoriedad es determinista: siempre se ve igual desde la misma posición de cámara, lo que evita parpadeos.

Integrar este flujo optimiza la memoria

Al adoptar este sistema, se reduce drásticamente el peso en memoria de las texturas, ya que se reutilizan activos pequeños. Los paquetes de texturas estocásticas suelen incluir conjuntos de mapas que comparten la misma escala y distribución. Para implementarlo, se ajusta el material para que muestree varias texturas y las mezcle usando un mapa de máscara generado proceduralmente o una textura de baldosas estocástica. Algunos motores y herramientas de autoría de materiales ya incluyen nodos específicos para este fin, lo que agiliza configurar los materiales.

El verdadero desafío no es generar el caos, sino domarlo para que no parezca una ensalada de píxeles en un muro que debería ser de ladrillo, no de un sueño febril.