En el corazón del casco antiguo de Cáceres, la Torre de los Púlpitos se alza como un mudo testigo de una historia que el tiempo no ha logrado borrar. Según la tradición oral, entre sus gruesos muros de piedra permanece atrapado el espíritu de una joven, a quien llaman La Papagena. Se cuenta que su padre, o según otras versiones su marido, la emparedó viva como castigo por una supuesta infidelidad. Este acto de crueldad extrema habría dado origen a una presencia fantasmal que aún se resiste a abandonar el lugar.


Los lamentos que emergen de la piedra

La leyenda cobra fuerza durante las noches de viento intenso. Muchos aseguran que entonces se puede percibir un lamento desgarrador, un llanto femenino que parece emanar directamente de la propia estructura de la torre. Este sonido espectral, que se filtra entre las grietas del granito, se identifica con el último aliento de la joven sepultada en vida. Los relatos populares describen este fenómeno como algo más que un simple rumor, atribuyéndole una cualidad física que eriza la piel de quien lo escucha.

La torre y su contexto histórico

La Torre de los Púlpitos forma parte del conjunto monumental de la ciudad vieja de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad. Su construcción data del siglo XV y presenta un marcado carácter defensivo. Aunque la historia oficial no registra el macabro suceso, la leyenda de La Papagena se ha integrado profundamente en el folclore local, sirviendo como una explicación popular para los ruidos extraños y la sensación de inquietud que algunos visitantes reportan en el lugar. La narración funciona como un recordatorio sombrío de los dramas humanos que la piedra puede ocultar.

Por supuesto, si visitas la torre y escuchas algo, siempre puedes atribuirlo al viento... hasta que el sonido parece susurrar un nombre.