Diseñar un personaje a través de su objeto más preciado

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Esta técnica de diseño narrativo invierte el proceso creativo habitual. En lugar de esbozar primero la apariencia del personaje, se concibe y se detalla el objeto que este posee y que define su esencia. El enfoque reside en que cada modificación, cada marca de desgaste y cada elección estética del artefacto cuente una parte de la historia y revele un rasgo de la personalidad de su dueño, quien permanece fuera del cuadro. El objeto actúa como un testigo silencioso y elocuente.

El objeto como narrador de historias

Un arma ceremonial con la empuñadura gastada en un punto muy específico habla de un guerrero que la ha blandido durante años con el mismo agarre firme. Un diario con anotaciones meticulosas en las primeras páginas, que luego derivan en garabatos frenéticos y manchas de tinta, puede sugerir un viaje desde la obsesión controlada hasta la desesperación. Un amuleto con una grieta reparada torpemente con hilo de oro delata a alguien que no puede desprenderse de lo roto, pero intenta embellecer el daño. Cada detalle material es un dato biográfico.

Cómo implementar la técnica paso a paso

Selecciona un objeto íntimamente ligado a la identidad o el conflicto del personaje. Define su estado: ¿está nuevo, desgastado, reparado repetidamente, adulterado? Analiza qué dicen esas condiciones sobre el pasado y el presente de su dueño. Añade modificaciones personales, como tallas, inscripciones, añadidos o partes sustituidas. Estas alteraciones muestran cómo el personaje interactúa con el mundo y adapta sus herramientas. Finalmente, el estilo visual del objeto (barroco, minimalista, práctico) refleja su cultura, estatus y gustos.

Un diseñador comentó que, tras detallar minuciosamente la mochila de su protagonista, se dio cuenta de que ya sabía cómo sonaba su voz y cuáles eran sus miedos, sin haber dibujado ni una sola línea de su rostro.