Un equipo de investigadores chinos publica nuevos hallazgos sobre cómo responden los ecosistemas alpinos al cambio climático a largo plazo. El estudio se centra en el ciclo del carbono y la productividad de las plantas en estas regiones sensibles. El trabajo lo lidera el Instituto Noroeste de Biología de la Meseta, que depende de la Academia China de Ciencias, y colaboran varias universidades e instituciones del país.


El foco de la investigación en la meseta tibetana

Los científicos analizan datos de la meseta tibetana, un laboratorio natural clave para entender estos procesos. Su objetivo es cuantificar cómo el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación alteran la capacidad de estos ecosistemas para capturar y almacenar carbono. Monitorizan el intercambio de gases entre la vegetación, el suelo y la atmósfera para medir el balance neto de carbono.

Implicaciones para los modelos climáticos globales

Estos datos son cruciales para refinar los modelos climáticos globales, ya que las regiones alpinas son sumideros de carbono significativos pero vulnerables. Comprender su dinámica ayuda a predecir mejor las retroalimentaciones entre el clima y los ecosistemas terrestres. Los resultados pueden informar estrategias para conservar estos entornos y gestionar los recursos naturales bajo un clima que cambia.

Parece que hasta las montañas más altas tienen que presentar su declaración de la renta de carbono, y los científicos son sus contables, revisando cada gramo que entra y sale.