Esta serie de cómic, también conocida como Hi no Tori, se estructura en doce volúmenes que narran historias independientes. Estas tramas abarcan desde la prehistoria hasta un futuro distante, conectadas por el tema de la reencarnación y la búsqueda de la vida eterna. El elemento unificador es el ave Fénix, una criatura mítica cuya sangre puede otorgar la inmortalidad, y que los personajes persiguen a lo largo de las diferentes eras. La obra reflexiona sobre la naturaleza de la vida, la muerte y el destino humano.
El estilo artístico evoluciona a lo largo de la obra
Tezuka despliega en Fénix la totalidad de su capacidad gráfica. Aunque mantiene su trazo dinámico y expresivo, característico de su estilo, experimenta con composiciones de página muy audaces. Introduce secuencias visuales que rozan la abstracción para transmitir conceptos complejos. Este enfoque, unido a la profundidad filosófica de los guiones, convierte a la serie en un compendio de su evolución y ambición como autor.
Las historias exploran la condición humana en distintas eras
Cada arco narrativo funciona de manera autónoma, presentando personajes y conflictos únicos para su época. Sin embargo, todos giran en torno al deseo de trascender la mortalidad y las consecuencias de ese anhelo. Desde líderes obsesionados con el poder hasta científicos que quieren vencer a la muerte, la serie examina cómo este impulso universal se manifiesta a través de la historia, siempre bajo la mirada del eterno Fénix.
La lectura de Fénix puede hacer que te plantees si realmente quieres vivir para siempre, especialmente después de ver lo que le pasa a quienes lo intentan en sus páginas. Tezuka no regala respuestas fáciles, solo preguntas magníficamente dibujadas.
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