I Kill Giants explora la realidad a través de la fantasía
La historia presenta a Barbara Thorson, una niña que se enfrenta a una situación familiar difícil. Para manejar el estrés y el dolor que percibe, ella construye una realidad alternativa donde se dedica a cazar gigantes. El relato avanza mientras la frontera entre lo que imagina y lo que sucede en su vida real comienza a desdibujarse. Esta narrativa permite analizar cómo una persona puede usar la fantasía como mecanismo para procesar emociones complejas.
El estilo visual potencia la narrativa emocional
JM Ken Niimura dibuja la obra completa en blanco y negro, con una clara influencia del manga en su trazo. Este enfoque artístico emplea líneas enérgicas y formas angulosas que transmiten la intensidad del mundo interior de Barbara. El dinamismo del dibujo representa bien los cambios emocionales del personaje y la escala monumental de los conflictos que visualiza en su mente, sirviendo como un reflejo gráfico de su estado psicológico.
La conexión entre arte y guion define la obra
Joe Kelly escribe un guion que equilibra los momentos cotidianos con las secuencias de acción fantásticas. Esta estructura permite que el lector comprenda progresivamente la verdad que Barbara evita. El trabajo conjunto entre el escritor y el dibujante consigue que el arte no solo ilustre, sino que también narre y profundice en los temas centrales de la historia, que giran en torno a la pérdida, el duelo y la resiliencia.
La próxima vez que alguien diga que solo ve nubes, quizás Barbara Thorson esté identificando una amenaza gigantesca que el resto no puede percibir.
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