La historia corta Farewell to the Master de Harry Bates, publicada en 1940, es la base narrativa de la película clásica de ciencia ficción. En este relato, una nave espacial de origen desconocido aterriza en Washington D.C., un evento que paraliza a la ciudad y al mundo. De la nave emergen dos seres: Klaatu, un humanoide que parece venir en son de paz, y Gnut, un robot gigante y silencioso que lo acompaña. La trama se desarrolla desde la perspectiva de un periodista que presencia los hechos y busca entender la verdadera naturaleza de la visita.


La trama explora el miedo humano ante lo desconocido

El núcleo del relato no se centra en una invasión alienígena clásica, sino en cómo la humanidad reacciona con temor y desconfianza ante lo que no comprende. La muerte de Klaatu, que ocurre poco después del aterrizaje por un acto de pánico humano, desencadena el verdadero misterio. Gnut permanece inmóvil, convirtiéndose en una atracción pública dentro de un museo, mientras el protagonista investiga en secreto. La historia plantea preguntas sobre la comunicación, la interpretación errónea y la esencia de la maestría entre los dos visitantes.

Las diferencias clave con la adaptación cinematográfica

La película de 1951, dirigida por Robert Wise, toma la premisa básica pero introduce cambios significativos. Mientras el Klaatu de Bates es más ambiguo, el cinematográfico tiene un mensaje pacifista explícito durante la Guerra Fría. El robot Gnut se renombra como Gort y su rol se amplía. El final del relato original contiene un giro irónico y filosófico sobre la relación entre Klaatu y Gnut que la película omite, cambiando por completo el mensaje final y dando lugar a una de las frases más recordadas del cine de ciencia ficción.

El giro final de Bates sugiere que, a veces, juzgamos quién manda y quién obedece basándonos solo en apariencias, un error que podría costarnos caro si el robot decide que ya ha esperado suficiente.