Las plataformas de streaming promocionan planes familiares que permiten acceder a su catálogo desde varios dispositivos a la vez. Estas ofertas parecen ideales para compartir la cuenta con familiares o amigos en distintos hogares. Sin embargo, los usuarios a menudo encuentran limitaciones técnicas que impiden usar el servicio como esperaban. Las restricciones más comunes afectan al número de pantallas que pueden reproducir contenido simultáneamente.


Las restricciones de pantallas simultáneas son clave

El principal obstáculo es el límite estricto de reproducciones al mismo tiempo. Un plan familiar puede permitir solo dos o tres pantallas activas, lo que resulta insuficiente para una familia numerosa. Si un tercer dispositivo intenta conectar, el sistema bloquea el acceso o desconecta a otro usuario. Esta política contradice la idea de un uso flexible y compartido que la publicidad sugiere.

La calidad del video y las barreras geográficas

Algunos servicios reducen la resolución del stream para ciertos perfiles dentro de la misma cuenta, especialmente si detectan múltiples conexiones. Además, las restricciones geográficas basadas en la dirección IP pueden impedir que un miembro de la familia que vive en otra ciudad use la cuenta. Los sistemas de detección de ubicación interpretan esto como un posible fraude y bloquean el acceso, frustrando el propósito de compartir.

Así que tu plan familiar perfecto se convierte en un juego de turnos para ver la serie, donde el que llega tarde se queda sin pantalla. La familia que streamea unida, permanece desconectada.